Cloudflare, la enorme red que protege, acelera y sostiene una parte descomunal de internet,está experimentando una incidencia de alcance global.
Cuando Cloudflare cae,el temblor se nota en todas partes.
Plataformas como Chat GPT,Twitter,Canva o incluso la DGT o IKEA,que utilizan sus servicios para agilizar cargas y amortiguar ataques,han sufrido caídas visibles para los usuarios:páginas que no cargaban,funcionalidades que respondían a medias o directamente errores 500 en cadena.
Pero la afectación no se ha quedado ahí:miles de webs pequeñas y grandes,e-commerce,aplicaciones SaaS y servicios menos mediáticos han quedado atrapados en el mismo paréntesis digital.
¿Por qué una sola empresa puede hacer tambalearse media internet?
Porque Cloudflare no es solo un escudo:es un punto de paso masivo.
Una autopista por donde circula una parte gigantesca del tráfico mundial. Cuando esta autopista sufre una incidencia —un corte,un atasco,un problema de rutas o configuración— el efecto se multiplica a una velocidad sorprendente.